Porque salen quistes en los dientes

Tipos de quistes dentales
Comúnmente conocido como quiste dental, el quiste periapical es el quiste odontogénico más común. Puede desarrollarse rápidamente a partir de un granuloma periapical, como consecuencia de una periodontitis periapical crónica no tratada[1].
Periapical se define como "los tejidos que rodean el ápice de la raíz de un diente" y un quiste es "una cavidad patológica revestida por epitelio, con contenido líquido o gaseoso que no se crea por la acumulación de pus"[2].
Localizado con mayor frecuencia en la región anterior del maxilar, el quiste está causado por una necrosis pulpar secundaria a una caries dental o a un traumatismo. Su revestimiento deriva de los restos celulares epiteliales de Malassez que proliferan para formar el quiste[2]. Estos quistes son muy frecuentes. Aunque inicialmente son asintomáticos, tienen importancia clínica porque una infección secundaria puede causar dolor y daños. En las radiografías, el quiste aparece como una radiolucidez (zona oscura) alrededor del ápice de la raíz de un diente[3].
Los quistes periapicales empiezan siendo asintomáticos y progresan lentamente. La infección posterior del quiste provoca inflamación y dolor. Inicialmente, el quiste se hincha hasta formar una protuberancia redonda y dura, pero más tarde el cuerpo reabsorbe parte de la pared del quiste, dejando una acumulación más blanda de líquido debajo de la mucosa[cita requerida].
¿Qué causa los quistes en los dientes?
¿Cuáles son las causas de los quistes dentales? Los especialistas han identificado dos causas principales de los quistes dentales: las infecciones y los accidentes. Los quistes dentales causados por una infección pueden formarse cuando se trata mal una caries o muere un diente. En tales situaciones, las bacterias pueden proliferar en el conducto radicular y causar una infección ósea.
¿Desaparecen los quistes dentales?
Un quiste dental muy pequeño puede tratarse a menudo con éxito mediante antiinflamatorios y antibióticos. El cuerpo puede entonces absorber el quiste de forma natural, ahorrando al paciente un procedimiento de extirpación del quiste dental.
Tratamiento de quistes dentales
Los quistes dentales pueden ser graves y, si no se tratan, pueden provocar complicaciones más graves, acompañadas de dolor e incomodidad intensos. Si se desarrolla una situación avanzada de quistes, los resultados podrían dañar permanentemente sus dientes sanos y podrían afectar a su sonrisa característica. Los quistes no se infectan necesariamente en mucho tiempo, ya que pueden crecer lentamente durante muchos meses o incluso años sin que aparezcan síntomas. Sin embargo, tarde o temprano, si no se les presta atención, es probable que la infección se convierta en una crisis oral que requiera un tratamiento dental serio y costoso.
Un quiste dental es básicamente un saco cerrado de tejidos. Algunos están llenos de aire, mientras que otros están llenos de material blando o líquido. Los quistes suelen desarrollarse en los tejidos orales blandos, como la encía, los labios y alrededor o junto a un diente dentro del hueso maxilar. Suelen crecer lentamente y pueden ser la causa de irritación, dolor en la mandíbula, o quizá algo peor... Si un quiste evoluciona hasta convertirse en una complicación grave, es posible que tenga que someterse a una intervención quirúrgica mayor para extirparle parte de la mandíbula.
Quiste dental
Suelen formarse en las encías cerca de las coronas, en las puntas de las raíces de los dientes muertos, en las muelas premolares y en los dientes que no están sanos. Pueden pasar meses o incluso años antes de que los pacientes se den cuenta de que tienen quistes dentales ya que, hasta que se infectan, no hay dolor asociado a su crecimiento.
Un dentista rara vez descubrirá un quiste dental en una revisión dental física, ya que generalmente no son visibles. Afortunadamente, hoy en día las radiografías son una parte importante de las revisiones dentales, y es aquí donde el dentista o cirujano detectará la presencia de quistes dentales, ya que aparecerán como manchas oscuras en la radiografía dental.
Un dentista puede determinar la presencia de un quiste dental muy grande simplemente examinando la boca. Sin embargo, como los quistes dentales tardan mucho tiempo en crecer, esto significa que el paciente ha dejado un largo intervalo entre las citas de revisión.
Los quistes dentales no suelen infectarse, pero cuando lo hacen se convierten en abscesos. Un absceso en la boca puede producirse en un quiste dental o cerca de él. Suelen formarse debido a bacterias en la encía resultantes de la caries dental. Los abscesos pequeños suelen tratarse con antibióticos, pero los grandes suelen requerir tratamiento mediante extracción quirúrgica.
Quiste dentígero
Esta patología es una formación que se manifiesta como defensa del organismo frente a inflamaciones, infecciones o daños mecánicos en las encías y los tejidos dentales. Consiste en una cavidad de paredes densas, que está rellena de una sustancia líquida o caseosa de color amarillo o gris. El quiste en la raíz del diente desencadena el proceso inflamatorio y afecta al tejido óseo. Si se trata esta patología con descuido y no se busca ayuda a tiempo, se producirán graves consecuencias en forma de pérdida de dientes, complicaciones de enfermedades concomitantes, desarrollo de sepsis y otros deterioros.
Un quiste radicular se desarrolla cuando la infección penetra a través de los canales hasta el ápice. A partir del granuloma, como resultado de una pulpitis y un absceso, se desarrolla una neoplasia con pus. Los bordes del quiste son claramente visibles en las radiografías. Si no hay inflamación secundaria, la patología puede desarrollarse durante mucho tiempo sin síntomas.
Un quiste residual se produce como resultado de una extracción inadecuada de la raíz del diente o si se introdujo una infección durante el tratamiento. En un intento de localizar la zona, el organismo limita el foco de inflamación. En el lugar del diente extraído se forma un granuloma con pus.